Hablar de la vida ya resulta en cliché, muchos la tienes, muchos les hace falta, en mi caso un poco de ambas. Aun puedo recordar aquella noche en la cual mis sueños se derritieron, hacia tanto frio que me quemaba y me dejaba sin aliento, aunque a la final entendí que eso no era cierto, eras tú que me matabas por dentro.
Morir, vivir, echarse a esperar lo mejor que pueda pasar, es una forma de ver como nuestro periodo de vida transcurre, pero en una sociedad en la cual ya ni el tiempo nos pertenece, termino viendo esas ideas como pensamientos vagos que no me llevaran a ningún lado, solo puedo ver lo que tengo al frente y contar con ello aunque sea nada y nada a veces puede ser suficiente, no necesito un mundo nuevo, con poder ver tus ojos a diario puede que me conforme, lo menciono porque es lo que parece justo, aunque no puedo prometer que no llegaré a pedir mas, esa seria una promesa vacía mediante reglas que no me guían.
Se dice que no puedes matar a un hombre que no tiene esperanza y tu pequeña no es creado ninguna en mí, irónicamente aunque he pasado por esto varias veces, he comenzado a creer que ese dicho antes cierto poco a poco esta muriendo.
Justo aquí, justo ahora, estoy dando aunque no se note, no estoy pidiendo nada a cambio, pero mentir no es algo que se me de prácticamente en ningún aspecto, es por ello que no puedo llegar a decir que no me gustaría lograr que sientas justo lo que yo siento, o por lo menos sentir esa caliente sensación que cuando estas lejos me come por dentro y al tenerte cerca me llena de una vida que simplemente suena a fantasía.
Puede que a pesar de ser único, este lleno de clichés, como notas, sigo hablando sobre muertos que respiran y de aquellos con potencial de tener una maravillosa vida, yo estoy en el medio, respiro, siento, vivo aun así, falta eso que me ayude a determinar lo que soy cuando no estas cerca de mi.
