De la luz a la oscuridad, de la oscuridad se siente que no se puede mover más, y es más lo que se necesita en esta vida para triunfar. Siempre pensamos en grande, porque en grande es cómo podemos notar los cambios mencionados por nuestra mente sobre algo que puede ser cierto o distorsionado, pero que a la final sea nuestro es lo importante, sin importar que para ello se necesite más que un pensamiento sino un deseo, deseo de buscar eso que te pertenece y que por alguna razón nunca ha estado en ti, o si lo estuvo siempre busca la manera de mantenerse al margen, margen que nos daña, margen que nos consume, margen que nos deja ciegos ante cualquier posible alternativa o un sueño mejor. Estancados es una de las palabras que define dicha condición, que es enferma y que intentamos justificar como un paso para ser feliz aun sabiendo que parte de nuestra felicidad se encuentra en nosotros mismos y no en otros.
Podemos valorar algunos detalles pero no un todo, aunque si buscáramos unir un poco más aquellos pequeños pedazos al sumarlo serian mayor que a un todo, mayor que nosotros mismos e incluso que nuestros sueños, y si alguna vez somos capaces de sonreír de nuevo, es porque pueda haber alguna oportunidad de poder volar nuevamente, teniendo el chance, ¿Volverías a tu rutina, a esos caminos que has transitado tantas veces que hasta vendados podrías encontrar el camino a casa? ¿Volverías a donde los arboles no tienen colores y tu alma solo llora en pena? ¿Volverías incluso sabiendo que en casa no hay nadie que te va a esperar?
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